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...No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvad
Las aflicciones nos enseñan a doblar las rodillas a clamar al Señor en todos nuestros problemas y angustias. Al Señor busqué en el día de mi angustia... (Salmo 77:2). Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; pero ahora guardo tu palabra. (Salmo 119:67). Pero cuando se vio en angust